jueves, 1 de diciembre de 2011

Al Lado del Camino

Al lado del camino me encontraba, de pie, esperando.
Carros y más carros pasaban, yo siempre mirando por donde el camión debía de llegar.
De pronto una señal me dijo que volteara, y así miré esa mirada.
Fue un automóvil del color de la noche, del color de lo más oscuro del mar.
Fueron unos ojos tan intensos que desde lejos me llamaron.
Fue exageradamente extraño, fue exageradamente extra normal.
Pero era la mirada tan profunda de aquél hombre, que su rostro jamás podré descifrar.
Entre aquella gorra negra y su cabello rizado y oscuro se asomaban aquellos ojos de inquietante estupor.
Nuestras miradas por una centésima de segundo se encontraron y el al percatarse volvió su mirada hacia el camino.
Yo seguí el rastro de aquel automóvil color de antes del amanecer. Lo seguí hasta que desapareció entre la brisa del sur.
Yo seguí parada al lado de aquél camino, con aquella nube baja rociando mi cabello y aquél frío que inmovilizaba mi cuerpo.
Pero siempre, siempre recordando aquellos ojos negros como el espacio, infinitos como el cielo y profundos como el mar, en aquél rostro de marfil, que jamás podré descifrar.

No hay comentarios:

Powered By Blogger