Recargada en un fría tumba triste.
Yacía ahí, fuerte y en llamas,
El dulce encanto de un clavel de rubí.
¡Que cosa tan mas bella mis ojos contemplaban!
Cálida y hermosa fuertemente contrastaba con el mármol,
El mármol triste de aquél lugar de recuerdos.
Y sigue ahí, recostada en la loza,
Ese clavel de color carmesí,
Una lágrima en su pétalo reposa,
Una lágrima de cariño sin fín.
Dicen que era su flor favorita,
El clavel rojo,
Rojo como la sangre, rojo como el color de sus labios.
Y sigue en mi recuerdo aquel momento en que la coloqué ahí,
Hermosa y llameante, el clavel color rubí,
Color de nube, color de atardecer.