viernes, 29 de abril de 2011
Hasta que el Sol se escape con la Luna.
Y cuando tocas el terciopelo, el tiempo se detiene y el ambiente se convierte en el fondo del mar, mientras respiras rápidamente el perfume de mil rosas, y tu cuerpo se disuelve y se evapora en nebulosas espaciales cuando cierras los ojos buscando Roma; y dentro, sientes como mil ácidos dulces se mezclan y se confunden en una combinación de deseo y azúcar, y tu mente... tu mente se desconecta y se pierde junto con la sabiduría de los grandes sabios de Babilonia, y comprendes que esa sabiduría no vale la pena si jamás encuentras el significado del amor. Y mientras tocas el cielo, las estrellas caen y mil meteoritos azotan en tus labios, y una tormenta no te ayuda a contener el incenciar todo aquello que encuentres y a contener el deseo de destruir todo aquello que tocas... y sientes... sientes como aquellas olas acarician de nuevo tu piel. Pasa una ráfaga de aire frío y vuelves a la realidad... mientras tanto, sigues teniendo el recuerdo vivo de cómo se originó el universo.
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